A veces intentamos hacernos fuertes muuuuy fuertes, pero no nos damos cuenta que en esa fortaleza esta la propia debilidad. Intente hacerme sumamente fuerte para no depender de ti, para que no me importaras, para que tus actos no pudieran hacerme daño, pero cada día que pasaba me daba cuenta de que no, de que aunque lo intentara no iba a poder... Jamás conseguiría olvidar todo aquello que paso y que tampoco podría dejar a un lado las ganas de ir en esas calurosas mañanas de verano a ver a mi yegua en bici, o cuando me ``enseñaste `` a tocar la guitarra, o esas noches locas en las que por las mañanas tus padres te repetían una y otra vez que no volvieras a salir conmigo, las caras que pones cuando te pego, como estas aprendiendo a ser una mujer fuerte, las horas y horas que nos tiramos hablando por teléfono o aquella vez en la que unos individuos nos persiguieron hasta casa y no me dejaron hacer pis :$ jajajajaja.
¿Sabes? Creo que en realidad jamás he intentado estar lejos de ti, porque yo solo soy contigo y tu no eres sin mi, y esto es algo que tengo bien claro.
Para mi siempre serás la pequeña de las dos, y siempre te cuidaré.







Sensaciones que no quiero perder.
sweetseventeen.
No me digas que no es verdad, que me miras y te entra algo por dentro fuerte, muy fuerte. Cuando tu mirada se posa en mi, me tiemblan las piernas, el mundo empieza a girar más rápido y las jodidas mariposas no saben si salir o quedarse en mi tripa. Necesito que me digas que tú sientes lo mismo porque yo me estoy arriesgando, a quererte más de lo que debería, porque he de confesarte que soy un desastre para la orientación y en ti, me pierdo.
Igual que un sueño de ensueño, igual que un baño en aguas cristalinas, igual que la hora mágica, igual que una locura en tu coche, igual que California, Nueva York, Las Vegas. Igual que el sexo tantrico, igual que los gilipollas que te han fallado. Igual que los pomelos que saben a sandia. Igual que el hielo que se derrite al sol. Igual que todos los instantes fugaces de tu vida. Igual que el amor ese, que nunca se olvida
Te amo y también cada parte de ti, y cada pensamiento... todo el complicado y fascinante manojo de cosas que eres. Y que sí, que yo lo soy, pero también amo la forma en la que intentas entenderme. Te quiero con diez tipos diferentes de necesidad a la vez. Amo todos tus estados, la forma en que eres ahora, la idea de cuánto mas bella serás en las próximas décadas. Te amo por ser la respuesta a cada pregunta que mi corazón pueda formular
Nunca entenderé a los hombres. Cuando no te tienen, te quieren, te marean, te camelan, te llaman, te hablan, te contestan, te miran y te vuelven a mirar. Cuando te tienen, pasan por un raro y extraño proceso de adaptación, hasta que se cansan. Si, te cansan. ¿Y de qué? Se cansan de tus ojos, aunque sean preciosos. Se cansan de tu risa, aunque sea la mejor melodía. Se cansan de tu boca aunque sea de fresa. Se cansan de tu pelo suave. Se cansan de tus palabras. Se cansan del catorce de febrero. Se cansan de tus manías. Se cansan de las discusiones. Se cansan de los besos de reconciliación. De los días con colchón. Se cansan incluso de quererte tanto... Se cansan de ti; y no intentes buscarle lógica, porque no la tiene. Porque, ni ellos mismos lo saben, simplemente, que: "Lo mucho cansa y lo poco aburre", "Que lo nuevo siempre es mejor" "Que nada es para siempre", y todas esas cosas que supongo que ya sabréis.
Pero ante todo, recordad siempre que: "No hay mal que por bien no venga" y que "A rey muerto, rey puesto."