LA VIE

sábado, 24 de diciembre de 2011

Dulces sueños


No hay estrellas en aquí,
pero tengo una lámpara y una bombilla de bajo consumo,
a veces enciendo una cerilla y la tiro al cielo de la habitación
(podría llamarlo techo, sí)
para que brille fugazmente y entonces
pido un deseo:
te pido a ti, soñando conmigo,
quiero decir: aquí
y a ser posible desnudos.

No se escuchan bien los susurros al otro lado del teléfono
así que he tenido que subir unos cuantos decibelios
los te quieros y otras frases más literales que literarias,
los únicos pájaros que hay
son palomas que en lugar de cantar cagan
y así, es muy difícil convencer a nadie o a ti
de que ojalá estuvieras aquí,
soñando conmigo,
a ser posible sin tanta ropa de por medio.

Y tú dices dulces sueños,
pero solo el humo de los cigarros baila
junto a mí, mientras voy dejando la noche
y las metáforas
en el cenicero, y crece una triste montaña de gris
en esta brutal distancia que es no tocarte
sueña conmigo, anda,
quiero decir: sueña aquí
para que la piel pueda hacer el resto.

Dulces sueños…voy a tener que confesarte
que me empalagan los dulces sueños.

Me refiero: a que todos los sueños que tengo
son picantes
y fuertes
y acaban en ti
como si se corrieran al verte.

Probablemente lo que sientes

Me dices que dónde están las caricias y los romanticismos y porqué solo hablo de sexo , por qué me pierdo en callejones del te tengo ganas, en lugar de volver al azúcar de los te echo de menos, en lugar de acolchar con suavidades los tú a tú imaginarios del reencuentro y foguearnos en la intimidad como si las ganas que me desbordan pudieran soltarse con cuidado.

tengo mi lado más tierno oculto en la retaguardia, como en segunda fila de trincheras, agazapado y oculto tras este instinto animal de follarte con todas mis ganas, desnudarte rompiendo la ropa, y enamorarme de tu cuerpo arqueado mientras el tiempo que no nos hemos tenido se marcha con violencia en tus suspiros.

me he vuelto desinteresadamente sombrío, he perdido el ánimo y las gracias, y no puedo domesticar el lado salvaje de las palabras porque sería como tocarte con guantes o follarte con manual, que eso no tiene normas, se diga lo que se diga es algo salvaje e inexplicablemente absoluto si es contigo. La mitad de la mitad, y la única apuesta que hicimos era un todo o nada sin cláusulas.

la gente me dice: ¿Qué te pasa? 

y a mí me parece tan sencillo que casi me cabrea la redundancia de su pregunta.
Que no follo.
Eso es lo que me pasa.

así que seguiré como los diamantes, en bruto, hasta que vengas a quitarme esta triste ansiedad, y poses tu risita de "niña salvaje recién salida de la selva", y compartamos de nuevo la juerga y el humo.

hasta que el sudor hirviendo me limpie esta suciedad, y el mundo vuelva a ser eso que está allá afuera sin nosotros dentro.

y entonces sí, hablaré con honestidad del sabor de la magia cada vez que me besas, de cómo el invierno se funde de miedo a tus pasos, y de que no existe la libertad sintigo cerca.

pero hasta entonces, cariño,
piensa mal
y acertarás.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Te HEA ATH

Sentir que sucede como si nosotros hiciéramos pasadizos secretos en las nubes
y jugásemos a encontrarnos,
mientras la piel se eriza de forma reveladora
y tú sonríes aun sabiendo que te quiero cerrar la boca
de todas las formas posibles.

Tú sonríes y yo me tiro de cabeza en el próximo trago
para que tragues saliba
y yo cerveza
y los dos labios a gramos.

No tengo motivos pa justificarme y tampoco se me da muy bien hacerlo,
no hablo de que todo esto sea perfecto porque después de los sudores fríos
vienen todos los líquidos calientes.

Ya me entiendes, ¿no?

Y que ahora te follaría con toda esta resaca encima,

miércoles, 14 de diciembre de 2011

La mejor marca de ropa que conozco...

se llama tu piel

Me dicen...

Tienes mil razones para olvidarle, para escapar de todo, para dejarlo, para abandonarle, para dedicarle un "Hasta siempre".
Y solo tienes un par de ellas por las que quererle... ¿En qué se supone que estás pensando?
(...)
Pero... ¿Tú has visto su sonrisa?

Tienes el poder de hacer, conmigo lo que quieras

Dos bocas. Cuatro ojos. Cuatro manos. Dos pares de piernas y de pies. Miles de dedos. Una cama de 90cm. Una almohada pequeña para dos. La piel de gallina ante la presión de unos dedos que no son los míos. Gemidos. ¿Míos o tuyos? De ambos, pero más míos que tuyos. Ligero aroma a hormonas y a amor. Una ligera luz de siete de la mañana. Luz que recae sobre mi pelo, que brilla y te hace abrir los ojos del todo. No puedes evitar decirme que así, desnuda a tu lado, recién levantada y con el sol todavía receloso a salir del todo, decirme guapa es poco.

Sabes cómo hacerme caer rendida a tus manos, más aún de lo que ya caigo de por sí. Sabes hacerme sentir única, y usarme a tu antojo.