es un sueño de verano, que se ha convertido muy ratito a rato en mi realidad diaria, que no tengo la menor idea, ni él ni yo para ser exactos de si esto acabará mañana, o tal vez pasado, o ya nunca. Pero algo tenemos claro y es que en apenas unas horas la situación será más adentro, menos ajena, a lo que todo hijo de vecino llama "nuestra primera vez".
No hay comentarios:
Publicar un comentario